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La discusión entre los de San Cristóbal y los “tuxtlecos” continuaría para la década de 1910 ya que los primeros años “están marcados en Chiapas por la disputa entre San Cristóbal de Las Casas y Tuxtla Gutiérrez, que tenía como trasfondo la sede de los poderes estatales, trasladados a la segunda ciudad a finales del siglo XIX.” (Miguel Lisbona Guillén. 2007. pág. 500) una etapa histórica tan rica en procesos merece sin lugar a dudas un análisis detallado de cada uno de ellos.
Aunado a lo anterior Thomas Benjamín señala lo siguiente “Las promesas de Madero de lograr sufragio efectivo y de terminar con el caciquismo seguían sin cumplirse a fines de 1911. El grupo político en el poder en Chiapas, una coalición de rancheros de las tierras bajas, hombres de negocios y profesionistas aliados al ex–gobernador Emilio Rabasa, mantenía su posición apoyándose en el fraude electoral, la fuerza de las armas y alianzas en el senado”. Pág. 80. 1980. Lo anterior es una interpretación de John Womack sobre el lema “sufragio efectivo, no reelección. 1968. Descrito anteriormente por Albert Brickwood en “Political situation in the state of Chiapas. Marzo 19, 1911.
Algo parecido ocurrió sino en todos, sí en la mayoría de las regiones dominadas por aquellos grupos que contaban con cierto poder político y económico cercano al gobierno federal. Se ha mencionado que la revolución en Chiapas no tuvo los resultados que en otros estado de la República arrojó, y qué fue de aquellos que apoyaban a la revolución, a Madero. El periódico 30-30 de diciembre de 1911 (cabe señalar que el artículo no presenta autor) nos relata un pasaje de un ranchero acaudalado que apoyaba con su vida al movimiento de Panchito (Francisco I. Madero) Baudelio Nuricumbo propietario de la finca “Loma del Coyote” acudió en compañía de su esposa, doña Bonifacia y su hija Clorisenda a presenciar las fiestas guadalupanas en Tuxtla. En esos días la población de la capital se dispuso a disfrutar de una proyección cinematográfica que tanta euforia causaban en donde se presentaban acerca de don Francisco I. Madero. “… los entusiasmos de mi vecino subieron de punto, fue cuando contempló con sus propios ojos la imagen real y móvil del gran Leader confundiéndose con la de la multitud febril que lo aclamaba mudamente.
Entonces no pudo contener sus interiores democráticos y á poco correr de la escena se oyó un retumbante ¡¡¡Viva Maderoooo¡¡¡ de su voz robusta de ranchero sano…el público de las galeras secundó el grito, mientras Doña Boni no muy satisfecha de los arrestos populares de su marido, le dejó ir un pellizco á sus membrudas piernas, lo que le hizo gritar más”. Y cómo no expulsar esas ganas de participar hombro a hombro con aquel que representaba la anhelada democracia, que aunque poco les duró el gusto, no se avergonzaron estos rancheros de llamarse seguidores de Madero. Su esposa, con su cara llena de vergüenza le platica a su vecino de butaca. “si viera usted, este no tiene igual; se muere por eso del naufragio efectivo… cuando aquello de la revolución tuvo que encerrarlo en la troje para que no se fuera al monte, y cuando los coletos ya no lo pudo contener. Varios días después llegó, con un sombrero que no era de él sino de un chamula, casi desnudo, muerto de hambre. Eso sí, traía una mula “rande rocilla a la rebiata y unos escapularios bordados de oro que me dijo eran del Señor Obispo, y que se los habían quitado a un General Gallinas. Ahora ya lo ve Ud. que está loco de gusto porque vió a Don Pancho”.
Uno de los periódicos que se dedicó a defender las ideas liberales y en favor de la entonces capital del Estado, Tuxtla Gutiérrez fue El periódico Francisco Cuscate, Periodico Liberal é Independiente del cual su director era Romeo S. Coutiño, y su gerente E. Gutiérrez. El 3 de marzo de 1912 su director publicó un artículo en donde le reclamaba al gobernador Reinaldo Gordillo León, porqué otros pueblos a los tuxtlecos los trataban sin consideración alguna. La prensa en San Cristóbal no se detenía en publicar “improperios” en su contra de la siguiente manera, ¿Señor gobernador por qué se deja sin castigo á los incendiarios? ¿Por qué los Jefes Políticos y demás autoridades no hacen respetar las Leyes de Reforma? ¿Por qué los hijos de Tuxtla somos los únicos que no gozamos de garantías en los departamentos de Chiapa y San Cristóbal? ¿O será que los hijos de San Cristóbal y Chiapa son seres superiores á nosotros los tuxtlecos? ¿Serán intangibles? El Periódico 30-30, Órgano Oficial del Sentido Común. Publicado en Tuxtla Gutiérrez (diciembre 3 1911. UNICACH) también dio cuenta de la forma en la que los tuxtlecos eran tratados por los lugareños de Chiapa de Corzo y los coletos, sin que las autoridades de estos lugares hicieran algo por defenderlos. Mientras que los periódicos: La Voz de Chiapas, La Libertad del Sufragio, y el Hijo del Pueblo, publicaban artículos en contra de sus paisanos los “conejos” (tuxtlecos)
Tanto los “coletos” como los “conejos” (San Cristóbal vs Tuxtla) fueron víctimas de sus propias creencias, de tal manera que al trasladarse al pueblo contrario a las suyas, de inmediato se daba a conocer por éstas. Los dirigentes liberales en Tuxtla se expresaban del Obispo Francisco Orozco de la siguiente manera, “¡Oh mis adorados fieles; si Chico os ha espantado con sus amenazas, venid a mi y tomad no el agua bendita por sus manos, sino un Wisky en mi Palacio Episcopal que llamáis “Hotel México”. Incluso lo invitaba a que retirara a todos los curas de Tuxtla pues “…allí donde le haya un corazón sano, donde haya virtud y honradez, educación y adelanto, no se necesita del cura; el firmamento es un gran templo, la conciencia un sacerdote que nos predica el bien y las buenas acciones” (Hemeroteca, UNICACH) este tipo de artículos incluso lo terminaban con lo siguiente, “Imprenta del Cuscate, dirigida por Luzbel”. Era del conocimiento de todos que estos pueblos eran opuestos en ideas, costumbres y hasta en patriotismo. Aun cuando esto último debía unirlos”. (Francisco Cuscate. Marzo 17 1912. UNICACH)
El odio en contra del Obispo Orozco Y Jiménez los llevó a definirlo de varias formas. Una de ellas en el periódico antagonista de los Coletos, Francisco Cuscate: (nov. 23 1911. UNICACH) en lugar de un pastor había llegado un lobo hambriento y disfrazado con los arreos de las más altas dignidades eclesiásticas, además, antes de conocer los templos de los que se haría cargo, “fue a echar un cálculo sobre el producto en metálico que podía producirle su feudo, que desde el extremo Sur de la vieja Europa el más rapaz de la cuadrilla, el Capitán General de la horda le señaló como un premio”. Una vez conocido el lugar se confabuló con las esferas sociales que le traerían consigo el dominio sobre aquellos, los indios, a los que exprimirían sin compasión para poner en marcha sus negocios. “En tiempos del dominio Porfiriano, se hacía pasar como consejero espiritual de Carmelita, y fue barbero asiduo é hipócrita del expresidente…hoy, se entromete en la política y su influencia ha sido bastante funesta” sus rasgos físicos los describían como: alto, delgado, de mirada hipócrita, (mirar de cocodrilo, que siempre está en asecho de su presa,) sonrisa de mico y movimientos de payaso, una sonrisa infecta de micro-organismos, viste de morado y tiene gorro de dormir como el General GALLINAS”.
Cabe señalar que los “coletos” en varias ocasiones se negaron a ser parte de ese progreso que para entonces varios pueblos de su alrededor habían constatado. Aunado a esto, su población indígena había sido amoldada de acuerdo a la doctrina que sus dirigentes católicos les discurrían. Esto sirvió como el cemento que los pondría en contra de los tuxtlecos en el movimiento que el conocido como “pajarito” llevó a cabo con el apoyo del Obispo Orozco y Jiménez. Sin embargo, a pesar de la negativa, su Obispo, Orozco y Jiménez conocía muy bien los resultados que se obtenía de las nuevas tecnologías. Con base en esto también incursionó en la instalación de la electrificación de San Cristóbal Las Casas; negocio que sin duda alguna le retribuiría en su favor. “…El pajarito, logró constituirse en el dirigente natural de la población de un grupo de parajes, coincidente con el modernizador obispo Orozco y Jiménez,… gracias a la influencia del obispo se introdujo la luz eléctrica en San Cristóbal y el transporte entre algunas ciudades del estado. la gente de El pajarito lo visitaba con frecuencia” (Gaitán H. E., 2013. Pág. 54) El proyecto fue impulsado también por Jesús Martínez Rojas (antagonista del binomio Rabasa, pero en favor de Orozco y Jiménez) estos dos “coletos,” Rojas y Orozco, procuraron la instalación de la energía eléctrica en su tierra natal; para esto el Obispo se puso al frente de la “compañía de alumbrado Eléctrico y fuerza motriz de San Cristóbal L. C”. Además de ser estar al frente fue socio activo en compañía de: “los Licenciados Alfredo Aguilar, Francisco Santiago y Señores Mariano S. Trujillo, Rodolfo y José Francisco”. (Según el artículo del periódico Justicia. De junio de 1912) él mismo supervisaba los trabajos del edificio y caminaba hasta Petapa para vigilar el transporte de la maquinaria y su paso por el Río Grijalva. Lo anterior al parecer con la negativa del gobernador Rabasa
Por Refugio Reyes Ramírez
Licenciado en Historia de México, autor con textos publicados en la revista ICHEA, 2014.
En 2015 publicó “Comerciantes en Tuxtla Gutiérrez Chiapas 1880-1910. Una perspectiva desde los protocolos notariales”, en la obra colectiva “Comunicación, economía y sociedad”.
Además de “El árbol del Diablo en Chihuahua” en “Cuadernos Fronterizos”
Auxiliar de investigación de Víctor Orozco con el cual colaboró en el artículo publicado en el 2012 “Un viaje de Chihuahua a Paso del Norte en 1842, autores, Marco Antonio Rodríguez y Víctor Orozco
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