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Horacio Guarany - La Guitarra de Medianoche

Foto del escritor: Eduardo Pérez de Lara GonzálezEduardo Pérez de Lara González

Nuestro Walt Witman escribió en la

portada de su obra Briznas de Hierba:

"Quien toca este libro toca un hombre",

y yo digo de Horacio Guarany:

"Quien toca a este hombre toca un país".

Armando Tejada Gómez, 1975

Un 15 de mayo de 1925 nace Eraclio Catalín Rodríguez Careijo en Las Garzas, en el chaco santafecino, ahí donde el tiempo se hace macho. A los seis años fue enviado a vivir y trabajar con unos familiares ante la imposibilidad de sus padres de mantener catorce hijos. Estos familiares tenían un negocio, un boliche donde conoció la farra, el vino, y la ternura de las mujeres de la noche, una ternura diferente a la que podemos pensar de una mujer en ese oficio.


"En el boliche, salía a varear a los caballos, tenía que aguantar a los mamados, pero aprendí mucho. Ese sacrificio que fue criarme sin mi madre fue una universidad porque me prendía de todos los que hablaban, de los payadores, de los cantores, de las mujeres de la noche... A veces las camas no alcanzaban y me sacaban de mi cama pero esas muchachas de la noche me acariciaban y para mí eran como mi madre. Cuando me ponían la mano en la cabeza yo les decía “mama” y era una muchacha de la noche, prostituta que le llaman. No tener mi madre ha sido para mí el peor castigo de la vida y hasta ahora lo siento. Pero la vida es así, éramos muchos hermanos y no podíamos estar juntos y bueno… Me dolió tanto siempre (…) Yo nunca lloré, empecé a llorar a los 24, 25 años porque para qué iba a llorar si nadie me iba a consolar. El ser humano se defiende." Horacio Guarany.


Horacio Guarany llega a Buenos Aires en 1942 a probar suerte como cantor, trabajando de cualquier cosa de día, y cantando en bares de mala muerte de noche, hasta que conoció a Herminio Jiménez y a José Asunción Flores, ambos paraguayos. Es entonces que empiezan sus primeras presentaciones como profesional.

Su debut en Radio Nacional fue en 1957 con El Mensú, de Ramón Ayala y su hermano, Vicente Cidade. Tema que hace referencia a las vicisitudes de los trabajadores en las plantaciones de yerba mate en la zona de El Litoral. Esa temática lo llevó desde llenar un teatro en Moscú hasta la persecución, el exilio, y a las listas negras de canciones prohibidas.


Algunas de esas canciones prohibidas fueron: “Coplera del prisionero”, de Horacio Guarany y Armando Tejada Gómez; “No se por qué piensas tu”, un poema de Nicolás Guillén con música de Guarany; “Hasta la victoria”, de Aníbal Sampayo. “Alcen la bandera”, “Juana Azurduy” y “En Sudamérica mi voz” de Ariel Ramírez; “Agarrame el alazán”, de Omar Moreno Palacios; “Triunfo agrario”, de Armando Tejada Gómez y César Isella; “Hombre en el tiempo”, de César Isella y Armando Tejada Gómez; “Chacarera del expediente”, de Gustavo “Cuchi” Leguizamón, y muchísimas más.


"A los militares que me persiguieron, que me rompieron tres veces la casa, nunca los odie, digo 'pobres tipos que tienen que llegar a esa bajeza porque por discrepar ideológicamente con un compatriota lo echan del país, qué pobre tipo, qué infeliz! Es un desgraciado ese tipo. No les tengo bronca, me dan lástima, porque es tan linda la vida'. Es una vergüenza muy grande que todavía el hombre use esos métodos cuando discrepa con el otro. Todo lo que sea arbitrario es injusto, no se puede echar de un país a un cantor, es muy triste, me da mucha vergüenza". Horacio Guarany.


"Guarany no parecía un simple cantor; era, más bien un líder revolucionario encendido: barbudo, gritón, se jugaba la vida en cada estrofa. Molestaba por su poesía, por su fuerza y hasta por su apodo: le decían Pueblo". Esteban Raies.


Ya consagrado, Horacio aparece en el primer Festival de Cosquín en enero de 1961, al lado de otros grandes como Jaime Dávalos, Los Hermanos Albarracín, Anibal Sampayo, Eduardo Falú, y Los Chalchaleros. En la locución, junto a Sergio Smider, estuvieron Norma Landi y Víctor Stasyszyn. El Festival fue transmitido por LV2 de Córdoba y, qué tiempos aquellos, no se cobró entrada.


Hablar de Horacio es hablar de música, pintura, poesía, prosa, política, humanismo, militancia, compromiso social, y de exilio.


Un hombre amante de la poesía libre y fundamentalista de Withman; del compromiso de León Felipe, Antonio Machado, José Martí; y del lenguaje profundo de César Vallejo y Nicolás Guillén. Todos ellos transformaron al joven Eraclio Catalín para convertirlo en Horacio Guarany, uno de los pilares del folklore de su país, y mensajero comprometido. En el Horacio que para muchos es el folklorista mas grande de la historia de su país.


Fue al regreso de la democracia a Argentina, que cantó su "Recital a la Paz" en un Luna Park repleto:

Los tímpanos explotan por la garganta rota de la felicidad,

revienta un alarido para el monte y el río, camino de la paz,

con toda mi alegría, levanto en este día, mi canto por la paz,

la paz en todo el mundo como un mito profundo que traiga la amistad.

Los fabricantes de la muerte han de marcharse

nunca jamás han de volver, nunca jamás.

Los campesinos, los obreros, y estudiantes

se dan las manos para luchar por la paz.

Esa casita blanca, el delantal de un niño, reclaman unidad,

¿de qué sirve el dinero, de qué sirven los bienes, si no tenemos paz?

La paz es un derecho, tenemos que exigirlo, arriba voluntad!

Obreros, campesinos, soldados estudiantes, unidos por la paz.

Los fabricantes de la muerte han de marcharse

nunca jamás han de volver, nunca jamás

Los campesinos, los obreros, y estudiantes

se dan las manos para luchar por la paz

miles de niños con campanas en las manos

traen el grito de la madre universal

Hay que luchar, hay que luchar.

Hay que luchar, hay que luchar.

Por que la muerte ya no vuelva nunca más.

Por que la muerte ya no vuelva nunca más.

En 2008, cuando quisieron homenajearlo en Cosquín, el festival que él vio nacer, Horacio no le dio mucha importancia: "El único homenaje que vale es el que me hace el pueblo, llenando plazas, clubes, teatros, durante 58 años. Yo rechazo los homenajes", comentó enérgicamente.

Horacio entró en la inmortalidad un 13 de enero de 2017 a los 91 años. Fue un hombre que de haber nacido en la nada llegó a lograrlo todo.


Es verdaderamente imposible plasmar la vida y obra de un titán como Horacio Guarany en este espacio. Armando Tejada Gómez tuvo que escribir un libro, mismo que yo atesoro por muchas razones que no viene al caso mencionar. Baste decir que fue un hombre que dejó una profunda huella en la cultura de nuestra América Latina.


Soy Eduardo Pérez de Lara, y los invito a escuchar, y leer la vida y obra de Horacio Guarany para que den cuenta de la magnitud del legado de este personaje casi mítico.


Les dejo, como siempre, mi abrazo fraterno. Recuerden que "Hay que soñar la vida para que sea cierta".

Monterrey, N.L., Agosto de 2020.

 

Por Eduardo Pérez de Lara González

Psicólogo, Educador y Músico

"Aguardad vuestro turno con paciencia y con fe... que hay mas estrellas que hombres y hay alas para todos."


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1 Comment


Lupita Hernández
Aug 18, 2020
  1. ¡Un himno! Gracias Mtro. Mario Arturo Muñoz. Fuerte el abrazo

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